Dos moscas sobre la mierda
se miraban embobadas,
de amor hablaban me parece
por la forma que se miraban.
Una era pequeña y algo gris,
la otra grande e inflada,
decíanse palabras al oído
que gracias al viento escuchaba.
Eran tan curiosas sus galanterías
que hasta los mosquitos
sin disimulo se ruborizaban,
mientras las chinitas mojigatas
padres nuestros y avemarías
uno tras otro, de corrido, rezaban.
Sus miles de ojos relucían,
bajo el sol que las observaba
y una a una sus patitas
con las de su amado cruzaban.
Alrededor todo era lo mismo,
tan solo ellas no lo notaban.
El tiempo se había rendido
ante este parcito que se amaba.
No recuerdo bien el día,
mas no podré olvidar jamás
el brillo de sus miradas,
que enorme fue mi alegría
al ver sobre la mierda paradas
dos moscas que se mimaban.
se miraban embobadas,
de amor hablaban me parece
por la forma que se miraban.
Una era pequeña y algo gris,
la otra grande e inflada,
decíanse palabras al oído
que gracias al viento escuchaba.
Eran tan curiosas sus galanterías
que hasta los mosquitos
sin disimulo se ruborizaban,
mientras las chinitas mojigatas
padres nuestros y avemarías
uno tras otro, de corrido, rezaban.
Sus miles de ojos relucían,
bajo el sol que las observaba
y una a una sus patitas
con las de su amado cruzaban.
Alrededor todo era lo mismo,
tan solo ellas no lo notaban.
El tiempo se había rendido
ante este parcito que se amaba.
No recuerdo bien el día,
mas no podré olvidar jamás
el brillo de sus miradas,
que enorme fue mi alegría
al ver sobre la mierda paradas
dos moscas que se mimaban.
4 comentarios:
jajajajajajaja...mmmmm...
compañero gracias por acogernos en su hogar, saludos cordiales.
carlos
karlo3santana@hotmail.com
oye ya po, y uno de los mios cuando???
mira que el que inaugura este blog.....
Publicar un comentario