La tarde se demora en la copa
de los árboles que marchan al horizonte,
se detiene a mirar las graciosas aves
decorar el aire con su tocado de trinos.
Las sombras hacen su reverencia
al sol que se desvanece tras los cerros
y en las estanterías de los edificios
arden lo astros de las lujosas peceras.
El viento que trepa las piedras
trae la risa del mar cuando besa la costa…
es por él que aplauden los aromos,
es por él que suspiran las enredaderas.
La tarde hace sonrojar al cielo
como el primer beso a una muchacha.
Una estrella enciende la noche,
le siguen la Luna y sus hermanas.
de los árboles que marchan al horizonte,
se detiene a mirar las graciosas aves
decorar el aire con su tocado de trinos.
Las sombras hacen su reverencia
al sol que se desvanece tras los cerros
y en las estanterías de los edificios
arden lo astros de las lujosas peceras.
El viento que trepa las piedras
trae la risa del mar cuando besa la costa…
es por él que aplauden los aromos,
es por él que suspiran las enredaderas.
La tarde hace sonrojar al cielo
como el primer beso a una muchacha.
Una estrella enciende la noche,
le siguen la Luna y sus hermanas.
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