Súplica a John Milton

Dime antiguo vocero de las tierras anglosajonas
dónde te nos llevaste tu deleitoso Paraíso
qué se hicieron los lechos de rosas y jazmines
las cámaras abovedadas con la verdura del cielo.

Acá abajo nos arde la muchedumbre
como el dolor en las llagas de ese Satanás nostálgico
que dicen tus palabras dijiste inspirado
por las musas que oyendo el ruego de tus ojos
guiaron la mano del hijo lazarillo de ficciones.

Lejos quedaron las risitas juguetonas de Adán y Eva
ahora los animales se pelean entre sí
el león mata lentamente a su presa y esta a la suya
y ni hablar de la frescura y el dulzor de la brisa
que atravesaba el Paraíso a sus anchas.

Los únicos amantes que se miran con inocencia
son los retratos empolvados al fondo de una caja
ese amor adolescente en aquel remoto verano
que sirve de lienzo para la galaxia de la añoranza.

Dime inspirado Milton dímelo os lo ruego
qué ha sido de tu edénica imagen de la tierra primera
de aquél amor emancipado de la carne
de aquellas bestias cariñosas comulgando
unas con otras como las abejas en su envidiable armonía.

Dime qué es de las huestes divinas
de las avasallantes victorias de las falanges angélicas
de los estandartes bordados en oro de los dardos
de los diamantinos escudos de las lanzas
de las arengas gloriosas de los truenos del Padre
en fin, de ese paraíso perdido que duerme en los estantes.