Hay un lugar en mi memoria donde solo tú habitas
y en donde todo me habla de ti, como el otoño
cuando los árboles se sacuden su abrigo de hojas
o como la primavera viste sus mejores trajes
para demostrar al mundo que el color se oculta
solo para hacernos extrañar su abanico de luces.
Más allá de mi cuerpo va mi cuerpo, contigo,
Más allá de mi cuerpo va mi cuerpo, contigo,
como al otro lado del horizonte las gaviotas
escoltan al sol mientras se apaga en el mar.
Me voy tras de ti cuando te recuerdo, callado,
para que no escuches la música de mis pasos
siguiendo como un perro el olor de tu sombra.
Arrójame al viento en un suspiro, no temas,
Arrójame al viento en un suspiro, no temas,
líbrame de esta precaria condición de añorarte,
y si esto no quisieras hacerlo, quédate conmigo,
duerme a mi lado como la enredadera en el muro,
para que, sin tú saber cuándo ni cómo, en tu abrazo
amarrado venga a mí la tibia libertad de tu cuerpo.
1 comentario:
Hermoso poema, Mauricio. Se nota mucho amor por Carla, te felciito por tus poemas y porque estar enamorado sin duda nos pone creativos!
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