Sobre esta página

En la presente selección de textos se encuentran bosquejados años de vida, en los cuales lo único que jamás me ha abandonado ha sido la inquietud poética. Las temáticas son variadas, pasando desde problemas hondamente cotidianos, para luego adentrarse en ciertas intuiciones filosóficas que han sido garabateadas en algunos versos. Su participación como lectores es de altísima importancia, puesto que ustedes son, al final de cuentas, quienes me ayudarán a configurar los libros que, a partir de este espacio en la red , proyecto para el futuro.
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Mauricio Mena Iturriaga

jueves, 11 de noviembre de 2010

Nosencia

Me muero en esto de ser, mi Dios, de ser
sin siquiera serlo, pues todo lo que es no es.
Si hasta nombrarte me parece una locura,
porque si tú fueras, mi Dios, si tú fueras
lo que creo entonces no serías (ya he dicho
que todo lo que es no es sino el simulacro
de su precario acontecer). Condición de
estrella muerta en su luz que no es más
que el pretérito accidente de su destello
a miles de millones de años luz de nosotros

Quisiera no serme, morir un poco, ser
en la convicción profunda de mi ausencia
como la sombra de los árboles en la vereda
o tu aroma enamorado de mis insomnios;
virgen enferma de milagros irrelevantes.

Y es que hay algo de mí en las distancias.
Soy el último habitante de lo abandonado,
bestia emancipada en el ejercicio del jadeo,
vaso medio vacío, amago, condición mortal
de los cerezos cuando en abril se precipitan
como alegres suicidas arrojándose a la vida.

Me muero en esto de ser, mi Dios, de ser
sin siquiera serlo, pues todo lo que es no es
más que la pantomima de la muerte: huella
de una huella que se marcha quedándose,
así como se nos queda la vida en su apagarse,
así como se nos queda la vida apagándose.

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